
Él la esclerosis múltiple es una enfermedad degenerativa encerrada cuya aparición está influenciada por factores genéticos y ambientales. Algunos de ellos son: fumar, peso en la adolescencia, la infeccion por el virus de Epstein-Barr, la exposicion al sol y la vitamina D.
Sin embargo, científicos del Instituto Karolinska de Suecia han descubierto que sueño insuficiente y perturbado durante la adolescencia también puede aumentar el riesgo posterior de sufrir esclerosis múltiple. Por el contrario, dormir las horas suficientes durante esa edad puede ayudar a prevenir la enfermedad. El estudio ha sido publicado en la revista ‘Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry’.
Los investigadores se centraron en los muchachas adolescentes Porque es común entre este grupo de edad el sueño insuficiente o perturbado, que se debe a los cambios fisiológicos, psicológicos y sociales que ocurren en esa época. “También se han demostrado asociaciones entre el uso de redes sociales y los patrones de sueño. La disponibilidad de la tecnología y el acceso a Internet en un momento así contribuye a que las adolescentes que no cuentan con el tiempo suficiente representen un importante problema de salud pública”, agregan los autores del trabajo.
Durmiendo | Foto de Vladislav Muslakov en Unsplash
Cómo estudiar el sueño en la adolescencia
Para estudiar la relación entre las horas de sueño y esta enfermedad, los investigadores estudiaron casos de personas suecas sansas y con esclerosis múltiple de 16 a 70 años. Más tarde, los científicos se centran en los jefes de sueño entre los 15 y los 19 años. Había 2.075 personas con esclerosis múltiple y 3.164 sin la afección.
A todos ellos se les preguntó por sus patrones de sueño a diferentes edades y dependiendo de cuánto dormían los días laborales y las multas de semana. Los autores del estudio definirán el sueño corto como el inferior a siete horas cada noche; de siete a nueve horas será un sueño adecuado y más de diez horas se podría esperar un sueño prolongado.
Asimismo, los participantes de entre 15 y 19 años especificarán que diferencia de horas de sueño había entre los días de entre semana y los fines y como era su calidad de sueño.
Sueño y esclerosis múltiple: cómo relacionarse
Para obtener los resultados, los científicos observaron que la corta duración del sueño y la mala calidad del mismo durante la adolescencia se relaciona con el riesgo de padecer esclerosis múltiple. En comparación con dormir de siete a nuevas horas diarias, el sueño corto se asocia con un aumento del 40% del riesgo de desarrollar esclerosis múltiple.
En relación a la calidad del sueño, si esta es mala también se asocia a una 50% más de riesgo de desarrollar la fermentación. Por el contrario, nadie encuentra vínculos entre el sueño excesivo y la esclerosis múltiple. La edad promedio para demostrarla fue a los 34 años, según un comunicado del Instituto Karolinska.

Una chica y un chico adolescentes | pexels
Algunas puntualizaciones del estudio
Ante los resultados obtenidos, los investigadores aconsejaron que sus hallazgos deben interpretarse “con cautela debido a la posible causalidad inversa, por lo que la falta de sueño podría ser una consecuencia del daño neurológico y no al reves”.
Sin embargo, también señalan que se sabe que la falta de sueño y la mala calidad del mismo aparición a las vías inmunitarias. Concluyendo: “El sueño insuficiente y la baja calidad del sueño colgante la adolescencia parecen aumentar el riesgo de desarrollar esclerosis múltiple posteriormente.