La osteoporosis es una enfermedad que vulve los huesos frágiles, haciéndolos débiles y quebradizos. Cualquier persona puede padecerla, pero es más común en personas adultas mayores, mujeres y en quienes tienen baja densidad ósea.
La Sociedad Americana de Oncología Clínica agrega que la pérdida de masa ósea también puede deberse a otros factores, diferentes a la edad, como los siguientes:
1. Cáncer que se ha diseminado a los huesos. Este tipo de cáncer porque los huesos se debilitan en determinados lugares. Los cánceres que se diseminan con más frecuencia a los huesos incluyen:
- cáncer de mamá
- Cancer de prostata
- Mieloma múltiple
- cáncer de pulmón
- cáncer de hueso
- Algunos tipos de quimioterapia
2. Ser mujer, pues las mujeres tienen mayor riesgo de padecer osteoporosis que los hombres. Una de las razones de este factor de riesgo se debe a que después de la menopausia hay niveles bajos de estrógeno, hormona importante para mantener la densidad ósea.
3. Terapia hormonal para cáncer de mama o cáncer de próstata avanzado. Este tipo de tratamiento disminuye los niveles de estrógeno y testosterona.
4. Fumar mucho y consumo excesivo de alcohol.
5. Historia familiar de osteoporosis.
6. Otros medicamentos, incluidos los siguientes:
7. Descanso prolongado en cama e inactividad.
8. Desnutrición y no incorporar suficiente calcio y vitamina D.
9. Antecedentes raciales y étnicos. Las personas blancas o asiáticas tienen mayor riesgo de desarrollar osteoporosis.
Esta enfermedad puede ser silenciosa, es decir, quienes la padecen no pueden manifestar síntomas. Según indican los expertos de clínica mayo, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, los síntomas de esta enfermedad pueden variar en cada persona. Algunas de las señales que pueden alertar son las siguientes:
- “Dolor de espalda, provocado por una vértebra fracturada o aplastada.
- Perdida de estatura con el tiempo.
- Una postura corvada.
- Un hueso que se rompe mucho más fácilmente de lo esperado”.
¿Cómo prevenirlo?
El Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel de Estados Unidos tiene algunas recomendaciones que pueden contribuir a la prevención de esta enfermedad:
- Ejercitarse regularmente. Incluya ejercicios en los que se sostenga el propio peso (caminar, bailar, etc).
- Consumo moderado de alcohol.
- No Fumar. Si es necesario, busque ayuda profesional para dejar esta práctica.
- En caso de tomar medicamentos, siga estrictamente las instrucciones del médico.
- Tener una alimentación saludable, que sea rica en calcio y vitamina D.
dieta saludable
Es importante consultar a un nutricionista para recibir la asesoría adecuada sobre las cantidades exactas y el tipo de comida, teniendo en cuenta las características y condición de salud de cada persona.
Sobre esa misma línea, los expertos señalan la relevancia de una dieta equilibrada, la cual sea rica en calcio y vitamina D. A continuación, algunos de los alimentos que son fuente de ambos nutrientes son los siguientes:
calcio
- leche.
- Pregunta.
- helado
- Hortalizas de hoja verde, como las espinacas y la col rizada.
- Salmón.
- Sardinas (con espinas).
- Tofu.
- Yogur.
- Hortalizas de hoja verde: brócoli, col rizada, acelgas, repollo.
- El salmón y las sardinas que vienen enlatadas con sus huesos.
- Las almendras, las nueces de Brasil, las semillas de girasol, la tahina (pasta de ajonjolí o sésamo) y las legumbres secas.
- Melazas cocidas.
En caso de no consumo de productos lácteos, también existen otras fuentes de calcio:
- Hortalizas de hoja verde (brócoli, col rizada, berza común, mostaza verde, acelgas).
- El salmón y las sardinas que vienen enlatadas con sus huesos.
- Las almendras, las nueces de Brasil, las semillas de girasol, la tahina (pasta de ajonjolí o sésamo) y las legumbres secas.
- Melazas cocidas.
Vitamina D
- Yema de huevo.
- Pescado de mar.
- Higado.
- Leche con vitamina D agregada.