Un nuevo estudio arroja luz sobre como mueren los mundos a medida que sus estrellas envejecen: Kepler-1658b, un exoplaneta que se encuentra a 2.600 años luz de la Tierra, se encontrará girando en espiral en torno sur estrella en decadencia. Es de esperar que la escandalice en menos de tres millones de años, en un destino similar al que sufriría la Tierra al colisionar contra un Sol casi muerto en unos 5.000 millones de años.
Los astrónomos del Centro de Astrofísica Harvard & Smithsonian, en Estados Unidos, han detectado por primera vez un exoplaneta cuya órbita se está desintegrando alrededor de una estrella anfitriona o más antigua. El mundo afectado, denominado Kepler-1658b, parece destinado a girar en espiral cada vez mas cerca de su estrella madura, hasta la colisión y destrucción final. El estudio fue publicado recientemente en la revista The Astrophysical Journal Letters.
Según una nota de prensa, el descubrimiento en torno a este sistema planetario, localizado a 2.600 años luz de la Tierra, ofrece nuevos conocimientos sobre el extenso proceso de caimiento orbital que sufren los planetas en esta última etapa de evolución de su estrella. Este tipo de “muerte” por colisión con su estrella es un destino que se crea que guarda gran parte del mundo: inclusión, podría ser el final de la Tierra a medida que nuestro Sol envejece.
el destino final
Los investigadores destacan que el proceso observado en Kepler-1658b es la primera observación directa de este tipo de colapso lento de un planeta, que terminó “devorado” por su estrella agonizante. Aunque se ha detectado evidencia de estos exoplanetarios girando en espiral hasta su destrucción, es la primera ocasión en la que se registraron observaciones precisas, hasta incluir legar ha determinado que Kepler-1658b chocará con su estrella en alrededor de tres millones de años.
Si la Tierra sigue el mismo destino, como indican distintas teorías, será mucho más allá en el tiempo: la colisión con un Sol en su etapa final se produciría dentro de aproximadamente 5.000 millones de años, si es que en ese momento nuestro planeta todavía existe. Los científicos han pronosticado que las estrellas evolucionadas son muy efectivas para extraer energía de las órbitas de los planetas, hasta producir una colisión fatal. Ahora, los astrónomos pueden probar esas teorías con observaciones directas.
Kepler-1658b eres un exoplaneta del tipo “Júpiter caliente”, o sea mundos con masa y tamaños similares a Júpiter, pero que describieron órbitas muy cercanas alrededor de sus estrellas anfitrionas, generando temperaturas extremas en sus superficies. En el caso de Kepler-1658b, en condiciones normales en órbita donde hay una distancia a su estrella que es solo la octava parte del espacio entre Nuestro Sol y Mercurio, el planeta más cercano.
¿Similitudes con el Sistema Solar?
Todo indica que los mundos extrasolares del tipo “Jupiter caliente” como Kepler-1658b tienen el mismo final: sus órbitas se van deformando lentamente a medida que sus estrellas se envejecen, culminando en su colisión y destrucción. Algunos estudios sostienen que los planetas rocosos como la Tierra podrían tener el mismo final, por eso est tan importante la información obtenida en cuanto al proceso ligado a Kepler-1658b: ayudará a los científicos a determinar si estos ciclos se repiten en sistemas planetarios con otras características.
Los datos obtenidos son los resultados de varios años de observaciones realizado con el Telescopio Espacial Kepler, únicamente con el Telescopio Hale del Observatorio Palomar en California y, finalmente, con el Telescopio Exoplanetas Sonde en Tránsito (TESS).
Los resultados también ayudan a explicar algunos Fenómenos extraordinarios observados en Kepler-1658b, que parece más brillante y más caliente de lo esperado. Los científicos creen que las interacciones de los mares que reducen la órbita del planeta también pueden generar energía adicional en su interior, en un fenómeno similar al producido por la luna Io de Júpiter, considerada la masa volcánica del Sistema Solar.
Referencia
La posible desaparición de las mareas del primer sistema planetario de Kepler. Shreyas Vissapragada et al. Las cartas del diario astrofísico (2022). DOI: https://www.doi.org/10.3847/2041-8213/aca47e
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