El Vaticano ha revelado algunos detalles íntimos de las últimas horas del Papa Benedicto XVI. Su secretario personal, Georg Gänswein, asegura que en torno a las tres de la madrugada el enferero que lo acompañaba escuchó claramente tres palabras. “Con voz débil pero claramente inteligible, dijo en italiano ‘¡Señor, te amo!’. Fueron sus últimas palabras comprensibles, porque después ya no fue capaz de expresarse”, asegura.
Según fuentes cercanas a Benedicto XVI, el Papa emérito murió “extremamente sereno” y “sonriente”, rodeado de su médico, un enfermo y sus colaboradores. Eran las 9:34 de la mañana del sábado.
En el momento del fallecimiento la primera y única persona avisada fue el papa franciscoque inmediatamente se trasladó al exmonasterio ‘Mater Ecclesiae’ para rezar ante los restaurants de su predecesor y dar el pésame a los “familiares” de Benedicto XVI, como consideraba el Papa emérito a Gänswein, están las personas que atendían su casa y su secretaría.
Lo inédito de este caso es que fue el Papa Francisco quien decidió el momento y la modalidad de publicación de la noticia. El Pontífice solicitó que se hiciera pública lo antes posiblea través de la oficina de prensa del Vaticano.
tradiciones de siglos
Desde ese momento se puso en marcha una complicada maquinaria protocolaria, en el que cada paso se mide con extrema prudence dado el inédito estatus de Papa emérito. Los Papas y la Santa Sede se expresa con símbolos que se remontan a tradiciones de siglos. Por eso, la muerte de Benedicto XVI, el primer pontífice que presentó su renuncia en tiempos modernos, ha obligado a replantearse el protocolo existente e incluso a inventarse uno nuevo.
No es formalismo. La clave para escuchar los quebraderos de cabeza que se plante en estas horas en la oficina del maestro de ceremonias y en la Secretaría de Estado es que quien ha fallecido no es un jefe de Estado ni es el vicario de Cristo, y por lo tanto, no puede ser tratado como tal.
Por eso, el anuncio oficial de su fallecimiento se limita a una línea y no se ingresan datos personales, como estar encerrado o quiénes estaban en ese momento a su lado: “Con pesar doy a conocer que el Papa emérito Benedicto XVI ha fallecido hoy a las 9.34 horas, en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano”, anunció el portavoz a las 10:32 del sábado.
En 2005, tras la caída de Juan Pablo II, se publicó el acta de defunción y la lista de cardenales y colaboradores que lo acompañaban. Además, dio oficialmente la noticia el cargo más alto de la Secretaría de Estado en caso de fallecimiento papal, el “sustituto” Leonardo Sandri. En este caso no ha sido así.
Como Benedicto no es un jefe de Estado, no fue necesario comunicar oficialmente el fallecido a las nunciaturas y al cuerpo diplomático ante la Santa Sede; y tampoco se han decretado dias de luto oficial ni ha solicitado que las banderas sean un medio asta.
Las campanas no sonaron
Al no ser un Papa reinante, las campanas de la basílica de San Pedro no sonaron ni el sábado ni el domingo con el toque de los difuntos, que sin embargo sí horas que se escuchó colgante cuando falleció Juan Pablo II.
Una cuestión bastante más delicada era si el cadáver debía llevar las vestiduras papaleso si era más coherente con la renuncia revestirle sencillamente de morado tal y como se hace con todos los obispos.
Al final optó por la primera opción, con algunos matices. Diego Ravelli, maestro de ceremonias del Vaticano, preparó el cadáver con la sotana papal blanca, vestido con una casulla de color rojo, que es el que se reserve para el cadáver de los pontífices, y una mitra con bordes dorados, procedente de la sacristía del papa.
También cuenta la disposición en la cámara ardiente. A diferencia de sus predecesores, Benedicto no lleva el palio papal, esto es, la cinta de lana con cruces que se pone sobre los hombros, que simboliza la potestad de gobierno del obispo en una determinada jurisdicción, pues renunció a ella en 2013. Consistentemente con la renuncia, tampoco lleva la “pastoral cruz”, el bastón rematado con una cruz, que tiene un significado paralelo al del palio. El cadáver lleva zapatos de color negro y no burdeos, que en la tradición de los papas evoca la sangre derramada por los mártires siguiendo los pasos de Cristo.
Para amigos íntimos
Otra diferencia relevante es que el primer día de velatorio se ha hecho en su casa y no en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, y se ha reservado a colaboradores y amigos íntimos, y no explícitamente a la Curia Vaticana y al cuerpo diplomático. pero si eso se mantiene el velatorio de varios días en la basílica de San Pedro para los peregrinos y la sepultura en las grutas vaticanas, junto a sus predecesores.
Benedicto tampoco tendrá un funeral de Estado. Será una ceremonia solemne, “pero sobria y sencilla”, según su voluntad. Concretamente significa que solo él ha invitado a los jefes del Estado de Italia y de Alemania, y que otros mandatarios que deseen participar deberán hacerlo a título personal.
La ceremonia será idéntica al funeral de un pontífice, con una única gran diferencia que ha hecho añicos el protocolo experimentado relativo a la muerte de un pontífice: que lo ir a festejar a otro papa.
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