No hubo regalo de Reyes para la afición en La Liga. Tampoco carbono. Porque el Sporting empató (1-1) frente al Levante, que tuvo las mayores ocasiones para llevarse los tres puntos de El Molinón. No tuvieron los rojiblancos la misma inspiración que en el torneo del KO y acabaron sufriendo para sumar frente a un hueso duro como es el equipo de Calleja. Ni el cambio de sistema, ni el 2023, ni las buenas maneras de Copa bastaron para que el Sporting inicie la remontada en la competición doméstica. No liga el Sporting y siguen volando puntos y puntos. Esta vez fue por otro error de Djuka, que cometió una imprudencia temeraria en área propia. Otero corrigió el enredo, pero hasta ahí, porque si alguien fue merecedor de ganar fue el Levante.
El partido era una partida de ajedrez en la que tanto Abelardo como Javier Calleja compartían strategia: los dos salieron a El Molinón con defensa de tres centrale, un sistema moderno en este fútbol actual más que nunca físico. Los equipos iniciaron la batalla adoptando acciones conservadoras, más preocupados por evitar la imprudencia que por atormentar al enemigo. Un remate de cabeza forzada de Bruno que se fue fácil a las manos de Cárdenas fue lo único que se salía del guion. El restaurante, fútbol sin riesgos. Pero un brazo al aire de Djuka rompió la tregua. The adrenaline con la que suele vivir el delantero se ha convertido por la sequía en ansiedad. Algo pasado de revolutions, se le fue la mano al cuerpo de Jorge De Frutos, que se cayó al suelo sabiendo de que el castigo era muy apetecible. López Toca dijo penalti. Montiel superó a Cuéllar.
El exjugador del Oviedo lo celebró con rabia y gestos que parecieron tener un efecto provocador sobre la grada Norte. Se excedió tanto que hasta sus compañeros le frenaron y terminó recibiendo los pitidos de El Molinón, que antes lo había recibido con absoluta indiferencia, consciente de que nada más que estuvo un año teniendo la camiseta del eterno enemigo. López Toca la mostró amarilla. Al Sporting le toca remontar y preparaese para ello con un nuevo sistema. No habían hecho nada para ir por delante los granotas – ayer de verde– y se sintieron muy afortunados por el regalo. Tras un inicio liguero convulso con el Nafti, ningún equipo de Segunda que contara mejor con el goleador favorecía al Levante de Calleja. Este cuarto de hora, el final de la primera parte, fue una muestra más de su enorme capacidad de anular a su rival. El Sporting encontraba espacios por el pasillo derecho, a través de Guille, con Otero saliendo hacia dentro. Pero cuando el gijonés alcanzaba la línea de fondo, solo estaba Djuka para buscar un puesto entre una defensa de muy central (Pier, Vezo, Muñoz). Gragera y Pedro sintieron imposible adentrarse en esa red e intentaron el empate a través de dos paros desde fuera del área. Con el partido en ventaja para el Levante, llegó el descanso. Abelardo sintió que tenía que mover algo y cambió de primeras a Djuka y a Nacho Martín por Milo y Jordi Pola. Mantuvo la zaga de tres, pero adelantó a Gragera ha conocido su posición habitual en el medio. Y en tres minutos, los cambios surgieron efecto. Pedro encontró una rendija en la defensa del Levante. Vio a Otero entrar rápido al espacio. Le puso un gran balón a la carrera y el colombiano cuerpeó lo suficiente para zafarse de Pier. Se plantó solo ante Cárdenas, y le superó para hacer el empate.
No se esperaban los valencianos una reacción tan rápida y comenzaron a irse hacia delante. De Frutos ganó un espacio por el flanco izquierdo y le regaló un gol cantado a Bouldini, que la mandó fuera por centímetros. Del 1-2 casi pasa al 2-1 en cuestión de minutos. Estaba el partido roto. Milo, que está con confianza, reventó el balón contra la portería y Cárdenas mandó la pelota a córner con una gran estirada. Lo que antes era pausa se convirtió en vértigo; por la zona de Son y De Frutos percutían los de Calleja, obligando a los gijoneses a rearmarse. El balón era para los verdes. Pitu quito a Jordan, menos activo de inicio que cuando el partido tiene espacios y dio entrada a Jordan. Calleja metía tiene un referente como Wesley por Bouldini. Milo de cabeza no fue capaz de mandar entre palos uno de esos centros de Cote que son oro. Criado en la Copa, el serbio remató fuera de una estupenda ocasión. Varana debutó, confirmando que es uno más para Abelardo. Y el Levante tuvo dos después clarísimas: primero tras una arranca de Pablo Martínez, que fue dejando atrás rivales hasta mandar un durísimo disparo al larguero, y luego, a falta de escasos minutos, al desaprovechar Pepelu dentro del área pequeña un balón franco. Conectó con la cabeza el centrocampista, pero remató fuera por nada.
.