
Utilizando los datos del Telescopio Espacial James Webb de la NASA, investigadores estadounidenses han descubierto un nuevo exoplaneta rocoso similar a la Tierra que se encuentra a 41 años de distancia. Se denomina LHS 475 por poseer casi exactamente el mismo tamaño que nuestro planeta, alcanzando el 99 % de su diámetro. Es el primer mundo extrasolar descubierto por el telescopio Webb, lanzado en diciembre de 2021.
Un grupo de científicos liderado por Kevin Stevenson y Jacob Lustig-Yaeger, de la Universidad Johns Hopkins en Maryland, Estados Unidos, anunció el primer descubrimiento de un exoplaneta utilizando las observaciones del Telescopio Espacial James Webb de la NASA. El hallazgo del planeta extrasolar, bautizado LHS 475 b, podría ser el inicio de un nuevo paso en la comprensión de los exoplanetas, especialmente de aquellos más pequeños y de condiciones similares a la Tierra, de las posibilidades que brinda el telescopio Webb.
Los resultados de la investigación fueron presentados recientemente en una conferencia de asistentes de la Sociedad Astronómica Estadounidense (AAS, según las siglas en inglés), realizada el pasado 11 de enero. De acuerdo a nota de prensa, los investigadores confirmaron que LHS 475 b es un mundo rocoso y posee el 99 % del diametro de la Tierra. Se suma así a otros hallazgos recientes de mundos extrasolares con tamaños similares a la Tierra.
A los 41 años luz de nosotros
Los especialistas decidieron observar este objeto con el telescopio Webb luego de revisar detenidamente los datos obtenidos del Satélite Exoplanetas Transit Probe (TESS) de la NASA, que insinuaba la existencia de un planeta en esta zona. LHS 475 b se ubica a 41 años luz de distancia de la Tierraen la constelación de Octans.
Según los científicos, el espectrógrafo de infrarrojo cercano del telescopio Webb, denominado NIRSpec, capturó al exoplaneta rápidamente con solo dos observaciones de tránsito. Vale recordar que los astrónomos pueden detectar un planeta distante observando los cambios en la luz a medida que orbita alrededor de su estrella: estas son las observaciones de transición.
La claridad y precisión de los datos reportados por Webb hicieron que los investigadores pudieran confirmar rápidamente el descubrimiento. También para obtener el tamaño del mundo extrasolar y determinar que es similar a la Tierra, también descubrir que su temperatura es notoriamente más elevada, debido a la cercanía con su estrella anfitriona. En términos concretos, el estudio reveló que el planeta es uno de los grados Celsius más cálido que la Tierra y que completa una órbita alredor de su estrella solo dos diasmucho más rápido que cualquier planeta del Sistema Solar.
¿Una atmósfera de dióxido de carbono?
Como el Telescopio Espacial James Webb de la NASA está especialmente diseñado para descubrir los secretos de las atmósferas de los exoplanetas, los astrónomos intentarán definir el futuro de las características exactas de los atmósfera de LHS 475 b. Por el momento, Webb no descubrió una cantidad detectable de ningún elemento o molécula.
Sin embargo, los científicos ya han descartado algunos escenarios a partir de la obtención de los datos. Por ejemplo, LHS 475 b no puede tener una atmósfera espesa dominada por metano, similar a la de la luna Titán de Saturno. Pero como la estrella enana roja que alberga al planeta tiene menos de la mitad de la temperatura del Sol, los investigadores proyectan que el exoplaneta aún podría tener una atmósfera.
Una de las hipótesis más fuertes es que la atmósfera de LHS 475 b está compuesta exclusivamente por dióxido de carbono. Ahora, los investigadores aprovecharán las posibilidades técnicas que brindarán el telescopio Webb para realizar nuevas observaciones en los próximos meses, hasta poder confirmar las características de la atmósfera del mundo extrasolar. Contrariamente a lo que indica la intuición, una atmósfera calculada en un 100% por dióxido de carbono es mucho más compacta y difícil de detectar, según indicaron los científicos.
Si detectan nubes, los investigadores pueden concluir que el planeta se parece más a Venus, que tiene una atmósfera de dióxido de carbono hay envuelto en gruesas nubes. Más allá de esto, el telescopio Webb ofrece una nueva visión para el estudio de exoplanetas pequeños y rocososademás de ser una oportunidad única para comprender la profundidad de su atmósfera.
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