“Elon Musk es el personaje principal de la historia que pierde 200.000 millones de dólares”, confirmó un demoledor titular de Bloomberg el pasado 30 de diciembre. La noticia no era solo un intento al ego del milmillonario, sino a su desempeño como empresario. El récord en solitario es posible porque Tesla, la compañía de autocares eléctricos financiada por Elon Musk, ha explotado en bolsa en el último año.
Las dificultades de Tesla son una de las historias imprescindibles del mundo tecnológico en 2022.
- La empresa de Elon Musk emerge como muchas de las otras firmas tecnológicas de Silicon Valley y no como los grandes fabricantes que cuentan con la marca.
- Es decir, que sus altibajos también van atados a los riesgos que toman los inversores y al optimismo a un crecimiento y déorbitado indetenibles.
La historia de Tesla en realidad siempre ha estado ligado a unas expectativas exageradas — hay un pesimismo exagerado también.
- Aquellos que han apostado en contra de la compañía han tropezado de forma constante.
- Pero aquellos que han apostado a favor de Tesla están empezando a tener dudas sobre el rey que lo controla todo: Elon Musk.
Para escuchar esas dudas solo hay que mirar a Dan Ives, uno de los analistas más entusiastas con Tesla desde hace años.
- Ives sigue viendo un futuro alentador para la compañía de coches eléctricos. Se estima que las acciones sufrirán más del 50% con respecto a su valor real.
- Pero Ives también cree que los inversores necesitan un consejero delegado que no esté “dormido al volante”, sino a alguien “capaz de navegar una tormenta de categoría 5”.
¿Pero por qué considerando los inversores que Elon Musk no está realmente al volante de Tesla? ¿Y cuál es esa tormenta de categoría 5 por la que tiene que navegar el empresario?
Un Elon Musk sobremantenido
La fama de Elon Musk está irremediablemente ligada al éxito de sus empresas Tesla y SpaceX, fabricante de autocares espaciales. El emprendedor también ha acaparado titulares con iniciativas en los campos de la infraestructura de transporte o los implantes neuronales, pero ninguno de sus proyectos ha dominado los medios como su compra de Twitter.
- Elon Musk dijo que vendería acciones de Tesla por más de 20.000 millones de dólares para financiar la adquisición de la plataforma.
- Al mismo tiempo, intentó invertir gran parte de su atención en Twitter por la transacción directiva de la empresa.
Pero esa pérdida de foco se ha visto acrecentada por algo menos habitual entre los directivos de las mayores compañías del mundo: su presencia constante en el línea de tiempo de Twitter.
- En los últimos meses, Elon Musk ha compaginado sus tuits sobre Tesla y SpaceX con opiniones políticas de tendencia conservadora.
- Votamos por el partido republicano en noviembre y atacamos a políticos como la senadora demócrata Elizabeth Warren durante la semana.
- Las opiniones prorrepublicanas de Elon Musk han tenido un impacto en Tesla, cuya favorabilidad entre los estadounidenses mócratas esplomó más de 20 puntos entre octubre y noviembre de 2022, según una encuesta de Morning Consult.
La posición política de Elon Musk y su decisión como nuevo consejero delegado de Twitter han tenido un impacto en su imagen como genio empresarial.
- Pérdidas en el sistema de verificación o restauración de cuentas antes bloqueadas ha asustado a los anunciantes, poniendo en duda el futuro financiero de Twitter.
- El propio Elon Musk ha admitido que pagó demasiado por la plataforma e inversores de Tesla como Dan Ives cree que se mantendrá como CEO de la red social dañará a la compañía de coches eléctricos en un momento muy delicado.
Una economía en el alambre
El valor bursátil de Tesla cayó más de un 65% a lo largo de 2022, evidenciando un momento económico adverso y una pérdida de confianza en el hombre al frente.
- La caída de Tesla no es muy diferente de que han sufrido otras compañías tecnológicas como Meta, que ha perdido más de un 60%.
- Y Inauguración de coches eléctricos como Rivian o Lucid han caído más de un 80% en cuestión de un año.
- Pero los fabricantes de autocares y competidores directos de Tesla como General Motors y Ford solo bajarán un 40% en 2022.
Gran parte de esa bajada tiene que ver con la pérdida de confianza de los consumidores en un año de inflación disparada.
- De un lado, compañías como Tesla han tenido que sufrir precios porque han asumido mayores costes de las materias primas.
- Además, la Reserva Federal estadounidense ha subido los tipos de interés, encareciendo los préstamos que los compradores piden para comprar coches.
- Y la cadena de suministro sigue recuperándose de las dificultades que generó la pandemia.
Tesla carece del coche económico que sus rivales ofrecen desde hace años, con lo que las subidas de precios y de tipos le surgen más que a su conductor. El optimismo con los próximos datos inflacionarios de los meses venideros y la moderación en la estrategia de la Reserva Federal no pueden hacerlo frente a macroeconómico para Tesla.
Elon Musk y Tesla: los desafíos
Pero es ineludible que Elon Musk y Tesla tienen retos difíciles en el horizonte. Gran parte de esos retos que llegan en un contexto de titulares negativos para Tesla.
- Las ventas anunciadas por la compañía esta semana pasada decepcionaron a los inversores de Wall Street.
- La empresa quedó corta de las expectativas qu’había autoimpuesto: un aumento anual del 50% en las ventas.
- En 2022, Tesla en solitario vendió un 40% más que el año anterior.
Los datos siguen siendo extremadamente positivos.
- Tesla continuó con uno de los fabricantes de coches con más beneficios de la industria, habiendo reportado unos 9.000 millones de dólares de ellos en las primeras semanas de 2022.
- General Motors ni siquiera alcanzó esa cifra con sus ingresos.
Pero el problema para Tesla es que las expectativas de los inversores siempre han sido mayúsculas. La empresa representó el 79% del mercado de los coches eléctricos en 2020, pero ese número ha caído al 65%. Se prevé que habrá un aumento del 20% con respecto a 2025, según S&P Global.
- Tesla tiene ahora competidores directos con su propia oferta de coches eléctricos. Eso pasa de los EQ coches de Mercedes a los i coches de BMW, pasando por el Ford F-150 Lighting o el Hyundai Ioniq 5.
- A esos coches cabe sumar el aumento de la producción entre nuevos fabricantes de coches eléctricos como Rivian, Lucid y Nikola. Y también, los logros de un formidable rival local en China: BYD.
- Y mientras tanto, Tesla sigue acumulando retrasos en la producción de sus nuevos coches (Cybertruck, Roadster), aumentó la presión normativa sobre su sistema de conducción asistido Autopilot y las fábricas de Shanghái o Berlín acumularon diversas dificultades.
Los principales inversores creen que Elon Musk podría solucionar el problema, pero para hacerlo tiene que centrar toda su atención en Tesla, no en Twitter. Y aunque el propio empresario ha dicho que cederá el puesto de CEO de la plataforma en cuanto encuentre a alguien dispuesto a asumir el puesto, por ahora no hay visos de que el relevo vaya a ocurrir pronto.