Según información de la Clínica Mayo – una entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica, la educación y la investigación- luna demencia es un grupo de síntomas que afectan tanto la memoria como el pensamiento. También puede repercutir en las habilidades sociales, interfiriendo negativamente en la rutina diaria de quien la padece.
La entidad explicó que la demencia no es una enfermedad específica, pero existen varias enfermedades que pueden causar esta condición.
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A pesar de que uno de los primeros signos de esta afección es la pérdida de la memoria, cabe aclarar que hay varias causas y no implica no obstante que el paciente sufra demencia.
En ese sentido, de acuerdo a los últimos datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos 55 millones de habitantes del planeta Tierra padecen de esta codición actualmente. A su vez, los pronósticos indican que esta cifra podría aumentar a 78 millones de individuos para el año 2030 y a 139 millones para el 2050.
Una de las causas más comunes de demencia progresiva en la edad adulta es la enfermedad de Alzheimer. De acuerdo con la clínica especializada, los síntomas pueden variar pero entre los más frecuentes se déstacan la confusión o desorientación, dificultad para la coordinación y las funciones motoras, así como razonar o resolver problemas, a lo que se suma dificultad para comunicarse o encontrar palabras .
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Por otra parte, la principal causa de la demencia es el daño o pérdida de las células nerviosas y conexiones en el cerebro. “En función del área del cerebro dañada, la demencia puede tener un impacto diferente en las personas y causar diferentes síntomas”, manifiesta la página web de la Clínica Mayo.
Además, existen algunos factores de riesgo de padecer demencia como la edad, los antecedentes familiares y padecer síndrome de Down.
Para el neurólogo Flavio Mercado, citado en el portal Hospital de Clínicas, existen medidas de prevención que reducen el daño neuropatológico (depósito de proteínas, inflamación o vascular) y mantienen o incrementan la reserva cognitiva (la capacidad del cerebro para tolerar más los efectos asociados a la demencia).
Entre estas se destacan mantener una presión arterial sistólica por debajo de los valores normales, reducir la exposición a la contaminación del aire y al humo del tabaco, prevenir lesiones o traumatismos en la cabeza, the abuse of alcohol, así como llevar un estilo de vida saludable y una vida físicamente activa de acuerdo con la edad, sin dejar de lado tratamientos para la depresión en caso de sufrirla y prevent el aislamiento social.
Prevenir el aislamiento social
En 2022, un estudio científico publicado en la revista The Lancet Healthy Longevity por expertos del Centro para el Envejecimiento Cerebral Saludable (CHeBA) de la Universidad de Nueva Gales del Sur, argumentó que asociarse y compartir con otras personas propicia una mayor longevidad y un deterioro cognitivo mucho más lento.
Los autores descubrieron que el compartir de un estudiante con una o más personas y la participación semanal en grupos colectivos tenía más sólidos en todos los estudios, con un indicador fundamental en los vínculos con un menor deterioro cognitivo.
ejercicios y juegos mentales
Algunos estudios realizados tanto en personas como en animaux muestran que el ejercicio físico impulsó la creación de nuevas neuronas en el centro de la memoria del cerebro y luego ayuda a esas nuevas células a sobrevivir, madurar e integrarse en el rojo neuronal del cerebro, donde pueden ayudar a pensar y recordar, por lo que resulta ser esencial para avenir el deterioro cognitivo.
Asimismo, el entrenamiento mental es una parte importante de la salud mental. Entrena regularmente la mente con sopas de letras, sudoku, lecturas, entre otros, puede ayudar a desarrollar diferentes habilidades cognitivas que son esenciales en la vida diaria.
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Evita las adicciones
Según datos de OMS, fumar es un factor de riesgo para la demencia. Además, de acuerdo al organismo, la enfermedad de Alzheimer, que “es la forma de demencia más habitual”, tiene al tabaquismo como trasfondo en el 14% de los casos registrados en el mundo.
Por otro lado, se ha comprobado que el alcohol puede afectar la forma en que funcionan algunos órganos vitales y hacer que envejezcan más rápido. El consumo excesivo durante un tiempo prolongado puede generar las células cerebrales y provocar daño cerebral y ciertos tipos de demencia.
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